Las ventas globales de los fabricantes de automóviles de Japón caen un 38%
Las ventas globales de los fabricantes de automóviles japoneses disminuyeron un 38% en mayo, en el tercer mes consecutivo de grandes caídas, ya que la mayoría de las fábricas y concesionarios de automóviles permanecieron cerrados debido a los bloqueos de coronavirus.
Los siete principales fabricantes de automóviles del país vendieron un total de 1,47 millones de vehículos el mes pasado, muy por debajo de 2,38 millones de unidades hace un año, según cálculos de Reuters basados en datos de ventas publicados por estas compañías. Pero la disminución fue menor que la caída del 50% publicada en abril.
La producción global en estos fabricantes de automóviles cayó un 62% a 918,974 unidades en mayo, en comparación con una caída de la producción del 55% en abril.
La demanda de automóviles se ha desplomado a nivel mundial desde marzo, ya que las personas se vieron obligadas a permanecer en el interior en la mayoría de los países debido a bloqueos para controlar el brote, lo que generó una profunda incertidumbre sobre el impacto económico a más largo plazo.
Muchos países han estado flexibilizando sus medidas de bloqueo, pero los expertos de la industria anticipan que la demanda demorará hasta cinco años en recuperarse a los niveles de 2019.
El mayor fabricante de automóviles de Japón, Toyota Motor Corp ( 7203.T ) vendió 609,460 vehículos en mayo, un 34% menos que hace un año. Las ventas de Nissan Motor Co ( 7201.T ) cayeron un 37,3% interanual a 272.873 unidades, mientras que las ventas de Honda Motor Co ( 7267.T ) cayeron un 29% a 327.000 unidades.
Las ventas de vehículos cayeron en casi todas las regiones, y América del Norte y Europa fueron las más afectadas. China fue el único punto brillante, donde Toyota, Nissan y Mazda Motor Corp ( 7261.T ) reportaron mayores ventas.
La mayoría de los fabricantes de automóviles se están preparando para un gran golpe financiero de la pandemia debido a los bloqueos en los Estados Unidos y Europa. Toyota ha dicho que espera una caída de las ganancias del 80% este año, la más baja en nueve años.
La pandemia ha acumulado más presión sobre Nissan, que había estado luchando con la caída de las ventas y la rentabilidad incluso antes del brote, lo que lo obligó a retroceder en un plan de expansión agresivo del derrocado líder Carlos Ghosn.