Ryanair agita el fantasma de Thomas Cook para forzar bajadas salariales del 25%
Ryanair agita el fantasma de la quiebra de Thomas Cook para forzar ajustes en todas las bases de España. La compañía ha enviado cartas a todos sus pilotos para solicitarles que pidan excedencias (bajas) no remuneradas de un año o que acepten recortar su jornada laboral y su salario al menos un 25% para evitar despidos.
“Con el colapso de Thomas Cook se van a perder 9.000 puestos de trabajo en Reino Unido y potencialmente 13.000 empleos en toda Europa. Nosotros esperamos que haya suficientes solicitudes para bajas no remuneradas y jornadas a tiempo partido, para no tener que recurrir a la pérdida de empleos en Madrid este invierno”, asegura la low cost irlandesa en las misivas a las que ha tenido acceso este diario. También se han enviado a bases como la de Palma de Mallorca.
En cuanto a las reducciones de jornada, Ryanair persigue que los pilotos pidan traslados a otras bases asumiendo un ajuste voluntario de sus sueldos y contratos del 25%. Así, la compañía quiere personal fijo discontinuo (trabaja nueve meses y va al paro tres) en Alicante, Palma de Mallorca, Málaga, East Middels o Glasgow. También plantea que los pilotos de Ryanair en España se vayan a otras compañías del grupo como Buzz, que tiene la base en Polonia y unas condiciones laborales peores, o que realicen traslados a Fez, Budapest o Marsella, con el cien por cien del horario, pero otras condiciones.
Estas cartas se empezaron a enviar a finales de septiembre, unas semanas después de confirmar el cierre de cuatro bases en nuestro país por el enfriamiento de la demanda y los retrasos en la entrega de los 737 MAX, y a lo largo de estos dos últimos meses la aerolínea de bajo coste ha seguido presionando a los pilotos de todas las bases para que renuncien a parte de su jornada (incluso al 50%) o pidan traslados a Buzz o Malta Air, perdiendo todas las condiciones que tienen en España, incluida su antigüedad.
Así, en la polaca Buzz volverían a ser falsos autónomos y cobrarían por horas. “Presionan a la plantilla para reducir las jornadas y bajar los gastos. De momento, no ha habido consecuencias para los que no han querido firmar los ajustes voluntarios, pero están volviendo a la política del miedo para recuperar el terreno perdido en los últimos años y reducir gastos, quitando derechos y salarios”, explican fuentes del sindicato de pilotos Sepla.
No en vano, cuando empezaron las protestas los pilotos consiguieron alza salariales del 20% y la aplicación de los derechos laborales de cada país, lo que ha implicado un alza en los costes salariales de un 33%. Así, en la única base en la que es obligatorio aceptar un nuevo contrato fijo discontinuo o a tiempo parcial (75% de la jornada) para evitar ser despedido es en Gerona, donde el cambio de condiciones se ha convertido en la condición exigida por la compañía para mantener abierta la base.
En este punto, Sepla denuncia chantajes a los pilotos para firmar los nuevos contratos, perdiendo, además de remuneración, derechos. Así, los contratos parciales introducen modificaciones en otras cláusulas como la de antigüedad, las de causas de extinción a los 65 años o la del régimen de movilidad. Los pilotos de Gerona que han firmado estos contratos, señalando que no aceptan perder la antigüedad, han empezado a recibir cartas de Ryanair, asegurando que esas críticas implican que no aceptan las nuevas condiciones, por lo que serán despedidos el 8 de enero.
Paralelamente, algunos de ellos han recibido llamadas de Recursos Humanos para darles la oportunidad de firmarlos sin cambios esta semana.”Es un chantaje en toda regla, que vamos a denunciar”, aseguran fuentes de Sepla, que no dudan en señalar que Gerona es el primer paso para cambiar las condiciones de forma obligatoria en todo el país.
“Tiene pinta de que es lo que va suceder en todas las bases. Una a una, acabarán cayendo todas”, sentencian desde el sindicato. En las tres bases de Canarias, que se van a cerrar en enero, la oferta es que se vayan a las filiales de Malta o Polonia con peores condiciones o despido con 20 días por año trabajado.
La historia se repite en el colectivo de los tripulantes de cabina (TCP). El sindicato Sitcpla ha anunciado que va a llevar a la compañía ante la Audiencia Nacional por “intentar hacer trampas con la ley española”, debido a las irregularidades sucedidas durante la negociación del ERE, que se cerró sin acuerdo, y la oferta con la que se han descolgado en la base de Gerona para mantenerla abierta entre febrero y noviembre. “La acción inaceptable y mafiosa que emprende Ryanair ahora se encamina a intentar presionar a los compañeros de Gerona para que firmen una rebaja de sus sueldos por hora”, denuncia el sindicato. Una medida que ya ha llevado a cabo en Faro.
Ryanair cobra 3,5 millones de euros al año de las administraciones catalanas por tener abierta la base de la Costa Brava.