Nike tiene vía libre para batir el récord
Los principales rivales del fabricante de ropa deportiva Nike comenzaron el mes de enero de enhorabuena porque varios medios de comunicación aseguraban que World Athletics, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés), estaba sopesando prohibir el uso de las zapatillas Vaporfly Next en las competiciones profesionales porque brindaban una ventaja injusta a los corredores. Sin embargo, el organismo internacional, aunque eleva las restricciones ante el uso de nuevos modelos, permitirá la utilización del modelo de Nike en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
World Athletics explica en comunicado que, desde el 30 de abril de 2020, antes de que cualquier zapatilla pueda usarse en una determinada competición deberá haber estado disponible para cualquier atleta en el mercado minorista (online o en tiendas) durante un período de cuatro meses. Si un zapato no está abiertamente disponible para todos, se considerará un prototipo y no se permitirá su uso en la competencia.
“No es nuestro trabajo regular todo el mercado de calzado deportivo, pero es nuestro deber preservar la integridad de la competencia de élite asegurando que los zapatos que usan los atletas de élite en la competencia no ofrezcan asistencia injusta o ventaja. Al entrar en el año olímpico, no creemos que podamos descartar los zapatos que han estado disponibles en general durante un período considerable de tiempo, pero podemos trazar una línea prohibiendo el uso de zapatos que vayan más allá de lo que está actualmente en el mercado”, ha explicado en comunicado el presidente de World Athletics, Sebastian Coe.
Además de este requisito, World Athletics explica en comunicado, que las zapatillas que quieran participar en las competiciones deberán tener, entre otras especificidades, una suela de un grosor menor a 40 milímetros, y no contener más de una placa rígida incrustada (de cualquier material) que se extienda por toda la longitud o solo una parte del zapato.
Así, las Nike ZoomX Vaporfly NEXT%, a la venta desde el pasado año, tienen una suela de 40 milímetros y solo tiene una placa rígida incrustada, lo que les permite participar en los Juegos Olímpicos. Lo cierto, con este modelo, el gigante americano del deporte se ha convertido en el auténtico dominador de la maratón: el corredor Eliud Kipchoge ganó el oro olímpico y batió el récord de la maratón de Berín en 2018, alcanzando los 2h 1m 39s, con estas zapatillas.
El hito de bajar las 2 horas, Nike lo consiguió también con Eliud Kipchoge (1h 59m 40s) en el maratón del 12 de octubre de 2019 en Viena con la tercera generación de las Vaporfly, las AlphaFly. Sin embargo, este modelo no está autorizado porque tiene un talón de 50 milímetros y tres placas de carbono con efecto muelle. Quizá en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 Kipchoge pueda, solo con la ayuda de las Vaporfly, bajar de las dos horas.
La polémica de las zapatillas ‘mágicas’ ha tenido su repercusión en bolsa. Cuando se conocieron las nuevas exigencias de World Athletics, los títulos de Nike llegaron a caer cerca de un 2%, provocando que la firma acumulase pérdidas en el año cercanas al 5%.
No obstante, que los deportistas sí vayan a poder usar las Vaporfly ha supuesto un alivio y los inversores han recompensado a la empresa con alzas superiores al 3% en las dos primeras sesiones de febrero, con lo que Nike ya cosecha ganancias anuales.
“La apuesta de Nike por el patrocinio deportivo y la colaboración con los mejores atletas y entrenadores ayuda a ganar cuota de mercado a pesar de la controversia que a veces se genera”, explican Poonam Goyal y Abigail Gilmartin, analistas de la industria de Bloomberg. A este respecto, del calzado depende más de un 60% de las ventas de Nike.