Los recortes de las petroleras rebajan
Tras la brusca caída de los precios del petróleo, tras los nuevas desplomes del lunes se sitúa en la zona de los 23 dólares, las petroleras se han lanzado a recortar sus niveles de inversión y a suspender sus programas de recompras de acciones tratando de rebajar el precio del crudo que necesitan para cubrir su capex y el pago al accionista. Según los cálculos de Bank of America, las firmas del sector en Europa han logrado rebajar su breakeven en torno a 10 dólares, hasta la zona de los 40 dólares, un nivel todavía insuficiente vistos los precios actuales del crudo.
“En comparación con el colapso de los precios del crudo hace 5 años, creemos que las compañías han respondido de manera más rápida aunque usando el mismo modelo: se suspenden los buybacks y se recortan el 22% los capex en las grandes del sector y todas ellas, de manera más o menos explícita, con el objetivo de no recortar dividendos. Aunque estas medidas han recortado el breakeven en torno a 10 dólares, suponiendo un petróleo a 30 dólares veríamos un gasto de 12.000 millones de más al año, por lo que se necesitaría otro esfuerzo para evitar que los balances se lleven el golpe”, argumentan en la entidad.
Una de las soluciones adoptadas por las compañías del sector hace años ante las dificultades fue la de retribuir al accionista con pagos en scrip, una opción que no parece aceptable en el momento actual, ya que el desplome que sufren los precios haría que la dilución fuese muy importante, con rentabilidades por dividendo que superan el 10%. Así, los pagos parecen en el alambre en caso de que la situación se prolongue.
Una de las soluciones adoptadas por las compañías del sector hace años ante las dificultades fue la de retribuir al accionista con pagos en scrip, una opción que no parece aceptable en el momento actual
“Los pagos de dividendos suponían el 20% del flujo de caja operativo entre 2006 y 2012, pero desde 2015 este porcentaje está por encima del 30%. Esto sugiere que en algún momento las directivas tengan que recortarlos, aunque a corto plazo tienen suficiente liquidez y capacidad en su balance para mantener sus pagos. La clave es la duración, nosotros esperamos que las empresas mantengan sus dividendos bajo nuestro escenario, que refleja una recuperación a 50 dólares en 2021. Pero si los precios siguen a la baja en 2021, esperamos que la presión en los pagos aumente a medida que el apalancamiento aumente a niveles que las empresas consideran insostenibles”, argumentan en Berenberg.
“Las rentabilidades actuales sugieren que los inversores ya ponen en precio algunos recortes del dividendo por acción en términos absolutos. Más importante, un free cash flow del 9% de la capitalización con un crudo en 30 dólares tras los recortes en capex ofrecen una visión sobre la capacidad de pagar dividendos del sector con los precios actuales y sugieren recortes de al menos el 20%. Aún así, un recorte más profundo liberaría más capital y daría más flexibilidad”, apuntan en BofA.
Otra de las opciones que se contemplan son las posibles desinversiones, pero con los precios actuales del crudo paree difícil llevarlas a cabo a precios aceptables para las petroleras. “Vender activos de producción parece difícil de completar, por no hablar de hacerlo a una valoración atractiva. Mientras, colocar activos de marketing y refino, aunque se haga a múltiplos más altos, diluiría la calidad de la cobertura del dividendo con el flujo de caja operativo”, indican desde Bank of America.
Según los cálculos de la entidad norteamericana, Eni ha sido la compañía que más ha logrado rebajar su breakeven con las medidas anunciadas, en 17 dólares, hasta dejarlo en la zona de los 45 dólares. Mientras, Repsol sería la segunda compañía con un recorte más fuerte, en torno a 15 dólares, dejándolo en la zona de los 40 dólares.
“Parece claro que el grupo puede balancear su flujo de caja sin impactar en la deuda. Por supuesto, si el Brent permaneciese por debajo de 30 dólares, Repsol podría ahorrar 1.000 millones no recomprando acciones para cubrir el scrip y lograr la neutralidad de caja. Repsol afronta un reto duro, pero desde 2014 el grupo ha reducido su estructura de costes materialmente y su balance está en un nivel claramente más confortable de lo que estaba antes”, apuntan en Société Générale. En términos generales, en Bank of America calculan que un petróleo en 30 dólares requeriría recortes del 34% en el capex para poder cubrir los dividendos con el flujo de caja generado.