Los nuevos aranceles de Trump a la UE
Donald Trump está a punto de llevar su guerra comercial con Europa a un nuevo nivel. Porque incluso dentro de su estrategia cortoplacista, en unas relaciones que plantea como de suma cero, los nuevos aranceles contra los europeos como respuesta al caso de Airbus dispararán la insensatez dentro de la propia irracionalidad de la disputa comercial. Como se han cansado de repetir los europeos, nadie gana en una guerra comercial.
Trump se dispone a imponer, a mediados de este mes, el mayor volumen de aranceles que jamás ha recibido la UE, su principal socio comercial, según confirman fuentes comunitarias. Exportaciones europeas valoradas en unos 7.500 millones de dólares se verán afectadas por el último mazazo. El paso precipitará una reacción similar europea, como respuesta a las ayudas de Washington a Boeing.
Pocas esperanzas
Dada la pila de buenos argumentos para escapar del dolor mutuo los europeos todavía confían en que se pueda evitar el desastre. Las promesas de diálogo del secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, el pasado jueves en Roma, dieron algo de aliento a los más optimistas. Pero los europeos no tienen muchos motivos para mantener la esperanza, si echan la vista atrás desde que Trump llegara a la Casa Blanca.
Aceituna negra
Una de las primeras decisiones que tomó su Administración fue imponer tasas de hasta el 34,75% a la aceituna negra española. Además, cuestionó la política agrícola común, lo que hizo temblar a muchos en Bruselas al temer que otros productos subvencionados por la PAC se pudieran ver afectados tras la decisión.
Aluminio y acero
A pesar de los repetidos intentos desde la UE, Trump no salvó a los europeos de los aranceles que impuso a las importaciones de acero (25%) y aluminio (10%). La Comisión Europea respondió castigando a exportadores estadounidenses, entre ellos de productos como el bourbon o las Harley-Davidson.
Automóviles
El magnate está a un paso de imponer aranceles a las importaciones de coches, al considerar que ponen en riesgo la seguridad nacional. En Bruselas aún albergan la esperanza de que los fabricantes estadounidenses y el empeoramiento económico, le lleven a retrasar sine die su decisión, esperada para este otoño.
Bienes industriales
Con la intención de disuadirle de castigar a los automóviles europeos, el jefe de la Comisión, Jean-Claude Juncker, llegó a un acuerdo con Trump en julio de 2018 para abrir conversaciones comerciales. El objetivo era eliminar los aranceles industriales que quedaban y el alineamiento regulatorio de algunos sectores. Apenas ha habido resultados porque los europeos no quieren abrir las puertas a los productos agrícolas estadounidenses, una de las principales demandas de Trump.
Renovación de la OMC
Al empeoramiento de la relación transatlántica ha contribuido el bloqueo estadounidense a la renovación de los jueces del Órgano de Apelación de la Organización Mundial de Comercio. Sin los nuevos nombramientos, el órgano quedará inutilizado este diciembre, sumiendo casi en la parálisis a la OMC, y dejando seriamente herido al sistema multilateral, tan preciado para los estados miembros.
Airbus y Boeing
Tras 15 años de enfrentamiento entre Europa y EEUU por las ayudas que cada uno dieron a sus fabricantes de aviones, la OMC autorizó este miércoles a que Washington imponga aranceles a exportaciones europeas por valor de 7.500 millones de dólares. Los aranceles compensatorios de los europeos para el caso de Boeing se conocerán en 2020.