Londres estudia nacionalizar British Airways
El gobierno de Reino Unido lleva unos días trabajando en un plan de rescate para su sector aéreo, que se ha visto obligado a dejar en tierra sus aviones por la crisis del coronavirus. En un primer momento, las informaciones apuntaban a que el equipo de Boris Johnson iba a poner a disposición de las aerolíneas británicas una serie de líneas de crédito para que pudieran hacer frente a los problemas de liquidez, pero The Sunday Times asegura que ya se habla de nacionalizar parte del sector para librarlo de las quiebras.
En concreto, el diario económico señala que “los ministros están considerando nacionalizar en parte la aerolínea de bandera británica así como sus rivales Virgin o easyJet” en “un intento desesperado por salvar la industria de la aviación en Reino Unido”, que ha sido casi detenida por la pandemia. Fuentes de IAG no han querido hacer comentarios a este diario sobre una posible nacionalización.
Las informaciones recogidas por los medios británicos apuntan que el Ejecutivo podría comprar acciones de British Airways en un momento dado para asegurar una entrada de dinero que no tendría que devolver a medio plazo. El objetivo sería que el Gobierno entrara en el capital de la aerolínea y no del IAG, que tiene la gran mayoría de las acciones, pero no todas, y el control económico. Así, British Airways, que tiene una estructura similar a la de Iberia en España, podría emitir nuevas acciones mediante una ampliación de capital, que serían adquiridas por el Gobierno con el objetivo de hacerse con el 50,01% del total. En el caso de easyJet o Virgin la maniobra sería la misma: entrar en el accionariado.
En este punto, cabe señalar que Willie Walsh, consejero delegado de IAG, ha negado en una conferencia con analistas que su grupo haya pedido un rescate tanto al Gobierno británico como al español mientras que sacó pecho de una fuerte situación financiera con más de 9.000 millones de liquidez y anunció fuertes ajustes para mantener la caja. El directivo de IAG rechaza así una nacionalización o que le entreguen dinero a fondo perdido y sólo ha pedido que desde la UE y los distintos Ejecutivos se tomen medidas específicas para asegurar el futuro del sector.
Entre ellas se encuentran la posibilidad de suspender temporalmente la devolución del dinero de los billetes cancelados por las restricciones a la movilidad y abrir la puerta a que los pasajeros sean recolocados en otro vuelo, el que ellos quieran, cuando ellos quieran. A su vez, también han pedido líneas de crédito con bajos intereses para asegurar la liquidez, el retraso en el pago de tasas aeroportuarias y aéreas y blindar lo slots.
La maniobra del Gobierno británico, que sigue los pasos de Italia, pondría en peligro el futuro de IAG ya que la vocación del Jonhson es hacerse con la mayoría del capital de la aerolínea que preside Álex Cruz para quitar poder al holding y tener la puerta abierta a vender las acciones, que no son líquidas. En este punto, fuentes del sector señalan que no tiene ningún sentido que la compañía sea nacionalizada ni que el holding se rompa en pleno proceso de consolidación. En el caso de Iberia Opco Holdings, la mayor parte de las acciones están en manos de El Corte Inglés para asegurar su españolidad aunque todo el control lo ostenta IAG.
Antes de la nacionalización parcial del sector aéreo británico, el Ejecutivo de Boris Johnson maneja otros dos escenarios que apuestan por los préstamos.
El en primero, que no es suficiente para garantizar la supervivencia de Virgin, el Gobierno ofrece un pequeño préstamo puente a corto plazo con la idea de que se devolvieses en pocos meses. En el segundo escenario, el Ejecutivo ofrece un préstamo a largo plazo mucho mayor, limitado a lo que podría pagarse de manera realista dentro de 3-5 años. Esto podría ser suficiente para British Airways y easyJet, aunque sus deudas limitarán la cantidad de préstamos nuevos que podrían asumir.
En tercer lugar, si las dos primeras opciones no pueden recaudar suficiente dinero, las aerolíneas emiten nuevas acciones al Gobierno las compra inyectando dinero en efectivo que las aerolíneas no tendrían que devolver. Reino Unido podría recuperar los fondos a base de dividendos o vendiendo luego el capital en bolsa.
En este sentido, The Telegraph se hizo eco este fin de semana de una reunión mantenida entre el Secretario de Transporte británico y los primeros espadas del sector aéreo para pedirle ayudas. El diario señala que una de las aerolíneas solicitó un rescate mientras que el político se comprometió a respaldar económicamente al sector en los próximos días para evitar su quiebra.
No hay que olvidar que las compañías se están viendo sometidas a una fuerte tensión de liquidez ya que prácticamente han dejado de generar ingresos por el desplome de las reservas y porque se están viendo obligadas a pagar millones a la semana a los aeropuertos por dejar aparcados los aviones y por la devolución de los billetes de los vuelos cancelados por las restricciones, además de los gastos fijos que no consigan recortar. BA paga 200 millones de libras a la semana por dejar sus aviones en tierra mientras que ALA señala que las compañías aéreas tendrán que pagar más de siete millones de euros al mes por verse obligadas a dejar en tierra sus aviones en España.