La subida inesperada de las exportaciones en Alemania reduce el riesgo de una recesión profunda
Los datos de exportaciones e importaciones de septiembre en Alemania suponen un alivio para una economía bajo presión por las tensiones comerciales y políticas. Las exportaciones aumentaron un 1,5% en términos desestacionalizados, tras el desplome de agosto, ofreciendo un respiro a la industria. Mientras, las importaciones suben un 1,3%, el mayor ascenso en más de doce meses. La próxima semana, Alemania publica la primera estimación de PIB del tercer trimestre. El resultado de la balanza comercial descarta un descenso más profundo que el registrado en el segundo trimestre.
La primera economía de la zona euro pende de un hilo para caer en recesión técnica con una crisis industrial galopante. La guerra comercial y la incertidumbre del Brexit están golpeando a la poderosa industria alemana, que supone más del 20% PIB nacional y del empleo en el país, arrastrando al resto de la economía. En el segundo trimestre del año, el PIB cayó un 0,1% y todo apunta que en el tercer trimestre ha entrado en recesión técnica, al descender dos trimestres consecutivos. Los datos del sector industrial se han ido agravando, el mercado laboral está comenzando a flaquear y el sector servicios, el otro puntal alemán, muestra síntomas de fatiga.
El Bundesbank ya adelantó que la economía iba a registrar una nueva caída de PIB de julio a septiembre. Pero queda la duda de si el descenso va a ser más profundo que en el segundo trimestre. Las cifras de exportaciones e importaciones del mes de septiembre alivian la presión muy por encima de las previsiones de los expertos. Las exportaciones crecieron hasta los 114.200 millones, un 1,5% superior a agosto, lo que supone la mayor subida en dos años.
Exportaciones de Alemania
Para una economía tan abierta al exterior como la alemana supone un fuerte impulso, especialmente para el sector más exportador, como es el industrial y en un momento tan difícil. El mayor tirón se ha producido gracias a los países europeos fuera de la zona euro, que crecieron un 7%.
Pero las buenas noticias no solo han sido las exportaciones, también las importaciones. Crecieron hasta los 93.000 millones, lo que supone un ascenso del 1,3%, respecto al mes anterior, el mayor incremento desde julio de 2018. Su evolución es un buen termómetro para testar la demanda interna del país. El mayor riesgo para la economía alemana es que la crisis industrial termine contagiando al resto de sectores. El dato de septiembre en términos anuales rompe una racha de tres meses a la baja al crecer un 2,3% y envía una fuerte señal, que el consumo interno sigue fuerte y robusto.
Importaciones de Alemania
Con estos datos, el superávit comercial de Alemania en septiembre se situó en 19.200 millones, frente a los 18.700 millones registrados en agosto. El impulso del comercio exterior de Alemania ha sido tan positivo que “están dejando a los analistas rascándose la cabeza” sobre si finalmente la economía ha caído en recesión, comenta el economista de ING Castren Brzeski.
El experto señala que con los datos de hoy, “una recesión técnica no está clara que sea definitiva y sugieren que casi no ha habido arrastre negativo del comercio neto sobre el PIB del tercer trimestre”.
Los pedidos a fábrica crecieron un 1,3%, con un ritmo positivo desde fuera de la Eurozona y con cifras sólidas en bienes de consumo. Supone un alivio en mitad de la crisis industrial que atraviesa el país por las tensiones comerciales y la adaptación del sector del automóvil a la nueva regulación de emisión de gases.