La presidencia de la UE plantea rebajar en 50.000 millones el presupuesto 2021-2027
Los países de la Unión Europea comenzarán a negociar su presupuesto para 2021-2027 sobre la base de un plan presentado por Finlandia -que preside la Unión este semestre- que plantea un gasto de 1,087 billones de euros, 48.000 millones por debajo del plan inicial de la Comisión Europea.
Esta suma representa un 1,07% de la renta nacional bruta (RNB) conjunta de los Veintisiete (sin el Reino Unido), según el documento enviado este lunes a los países, al que tuvo acceso Efe, que servirá de punto de partida para la negociación que tendrá lugar en la cumbre de líderes del 12 y 13 de diciembre.
La propuesta inicial de la Comisión Europea, presentada en 2018, situaba los compromisos de gasto en 1,134 billones de euros o un 1,11% de la renta nacional bruta conjunta, lo que ya representaba una disminución con respecto al 1,16% que supuso en el periodo 2014-2020 para los Veintisiete (sin contar a Reino Unido).
Hasta ahora las diferencias entre los Estados miembros han impedido alcanzar un acuerdo sobre el marco 2021-2027, que fija el techo de gasto para el periodo completo y cada uno de los ejercicios, al tiempo que define sus fuentes de recursos.
La propuesta de compromiso que plantea Finlandia propone recortes en cada una de las siete grandes partidas del presupuesto, con excepción de la destinada a Recursos Naturales y Medio Ambiente, en la que se incluyen las ayudas agrícolas, que suma 10.000 millones hasta los 346.582 millones.
En el lado contrario, el mayor tijeretazo (17.918 millones) se lo lleva el apartado de cohesión y valores, dónde se enmarcan los fondos estructurales y de cohesión destinados a reducir las divergencias entre regiones, y que se quedaría con 374.056 millones.
También se rebajan las partidas de Mercado Único, Digital e Innovación hasta los 151.790 millones (unos 14.500 millones menos), la de Migración y Gestión de Fronteras hasta los 23.389 millones (7.440 millones menos) y la de Seguridad y Defensa hasta los 14.691 millones (9.630 millones menos).
No escapan de los recortes las partidas destinadas a Vecindad y Global, que tendrían unos 5.700 millones menos, hasta 103.217 millones, ni los gastos de administración, que pierden 2.000 millones y se quedan con una dotación de 73.602 millones.
Estas cifras serán la base para una negociación que es tradicionalmente dura, pero que este año se complica con la salida del Reino Unido, que deja un agujero de entre 14.000 y 15.000 euros en las cuentas y podría hacer cambiar el equilibrio entre contribuyentes y receptores netos de fondos europeos.
Esta división es la que marcará las tratativas con aquellos países que pagan más de lo que reciben, como Alemania u Holanda, reclamando un presupuesto menos ambicioso, y los receptores netos, entre ellos España o Francia, apostando por una dotación mayor.
Fuentes del Ministerio de Economía español afirman, a falta de estudiar a fondo la propuesta finlandesa, que les parece “claramente insuficiente” y que el objetivo de España es “recuperar en aquellas partidas que está justificado”.
Por su parte, el Parlamento Europeo, que pide que el presupuesto se eleve al 1,3% de la renta bruta conjunta, aseguró que la propuesta “condena a la UE al fracaso” y subrayó que no contempla financiación adicional para ninguna de las iniciativas anunciadas por la nueva presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, como el Fondo de Transición Justa o la Garantía Infantil Europea.
“La propuesta finlandesa indica que el programa presentado por la Comisión será imposible de implementar”, dijo en un comunicado Jan Olbrycht, ponente del texto en la Eurocámara, cuyo visto bueno es imprescindible para aprobar las cuentas.