La inflación de EEUU registra en abril su mayor descenso mensual
El impacto del coronavirus en la economía de Estados Unidos también se nota en la inflación. El índice de precios al consumidor (IPC) registró en abril una caída mensual del 0,8%, la más fuerte desde diciembre de 2008, ha destacado la Oficina de Estadísticas Laborales norteamericana.
En tasa interanual, el IPC estadounidense fue del 0,3% el pasado mes, el más bajo desde octubre de 2015. En marzo, la tasa interanual se había ubicado en el 1,5%.
El dato, aunque algo inferior, está en línea con lo estimado previamente por en consenso de mercado. Los analistas esperaban que la tasa de inflación interanual fuera del 0,4% en abril.
La mayor caída mensual se produjo en los precios de la gasolina (-20,6%). La Oficina de Estadísticas Laborales destaca asimismo que los precios de la ropa, los seguros de vehículos, las tarifas aéreas y los precios de alojamiento descendieron “bruscamente”.
Más destacada es la bajada mensual de la inflación subyacente, es decir, la que mide la evolución de los precios excluyendo a los productos energéticos y alimenticios (cuyos precios son más volátiles).
En concreto, el IPC subyacente de EEUU cayó un 0,4% en abril. Este es el mayor descenso mensual de toda la serie histórica, que comenzó en 1957, apunta el organismo. Los expertos pronosticaron un descenso menor (-0,2%).
En tasa internaual (respecto a abril de 2019), la inflación subyacente creció un 1,4%, el menor aumento desde abril de 2011. Los precios de la energía bajaron un 17,7% en los últimos doce meses. En cambio, los alimentos subieron un 3,5%, es decir, a su mayor ritmo desde febrero de 2012.
“El IPC de abril continúa recalcando que las consecuencias del coronavirus tienen un gran efecto desinflacionario en los precios debido al gran choque de la demanda, la caída de los precios del petróleo y la fortaleza del dólar”, señala Gregory Daco analista de la consultora Oxford Economics.
“Un aumento de la inflación es la menor de nuestras preocupaciones”
Este experto apunta además que “el impulso desinflacionario, junto con la gran interrupción en la actividad económica y financiera, es una de las razones principales por las que la Reserva Federal (banco central de EEUU) ha lanzado un nuevo y enorme paquete de estímulos monetarios”.
“Un aumento de la inflación es la menor de nuestras preocupaciones”, concluye Daco.