La industria europea no despeja las dudas sobre la crisis del sector
A pesar de que el horizonte económico se ha aclarado gracias a las nuevas medidas del BCE y la distensión comercial entre China y EEUU, el PMI manufacturero en diciembre de la zona euro registra una nueva caída y ya van once meses consecutivos de contracción con Alemania a la cabeza. La única buena noticia es que las fábricas se muestran más optimistas de cara a 2020.
El indicador de actividad de fábrica de IHS Markit bajó en diciembre a 46,3 puntos, por debajo de 46,9 de noviembre, pero por encima de los 45,9 estimados inicialmente. El dato vuelve a sembrar dudas sobre si la amenaza de recesión, que marcó 2019, ha desaparecido. Alemania, finalmente, esquivó una nueva caída del PIB en el tercer trimestre, EEUU y China han encauzado la tregua comercial, el sentimiento de las bolsas es alcista y las nuevas medidas de estímulo económico del BCE alejaron los temores de un tropezón económico de la economía europea.
“La capacidad de la economía en general para evitar caer en una recesión frente a una contracción manufacturera tan abrupta sigue siendo un desafío clave para la zona euro a medida que avanzamos hacia 2020”, dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de IHS Markit.
Los pedidos cayeron en diciembre, y la tasa de pérdida de empleos fue la más aguda desde el comienzo de 2013, según los datos. Alemania volvió a ser el país con el peor desempeño, y las contracciones en los Países Bajos e Italia fueron las más pronunciadas en más de seis años y medio. Francia experimentó un ligero aumento en la actividad.
Los productores de bienes intermedios y de inversión fueron los que más sufrieron, mientras que el crecimiento de los bienes de consumo, aunque marginal, se informó por primera vez desde agosto.
La crisis industrial en Alemania sigue presionando a la economía
Europa no es la única economía que sufre. La producción manufacturera del Reino Unido coincidió con su mayor desaceleración en más de siete años en diciembre y los pedidos de nuevos trabajos de clientes nacionales y extranjeros se desplomaron.
La principal preocupación sigue siendo Alemania. “El sector manufacturero de Alemania cerró 2019 con otro desempeño débil y sigue siendo el principal lastre para la economía europea”, comenta el equipo de análisis de IHS Markit. “Los recortes sostenidos a los números de la fuerza laboral en las fábricas alemana continúan representando una amenaza para el sólido gasto de consumo hasta ahora de Alemania”. La economía germana se mantiene a flote gracias a la fortaleza de la demanda interna, principalmente el consumo, pero los expertos temen que si continúa la caída de empleo en la industria terminará contagiando al sector servicios y al resto de la economía.