La Fed permanece en modo contemplativo: mantiene los tipos entre el 1,50% y el 1,75%
La primera reunión de política monetaria del año por parte del Comité Federal de Mercados Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) culminaba el miércoles con un sabor insípido con tintes acomodaticios que no pone en riesgo la tendencia alcista de Wall Street. Como estaba previsto y después de haber recortado en 75 puntos básicos el precio del dinero entre julio y octubre del año pasado, los altos funcionarios del banco central estadounidense mantienen ahora un tono contemplativo.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, indicó durante su rueda de prensa que la economía del país suma ya 11 años de crecimiento, su periodo de expansión más largo de la historia, y apuntó que las incertidumbres relacionadas con las tensiones comerciales se han reducido, por lo que califica las perspectivas económicas globales como de un “cauto optimismo”.
No obstante, “las incertidumbres sobre las perspectivas persisten, incluidas las que plantea el nuevo coronavirus”, avisó el capitán de la Fed mientras también recordó que la política monetaria “no se encuentra en piloto automático”. Sobre el virus, la Fed monitoriza la situación pero todavía es pronto para conocer posibles repercusiones. Aún así Powell manifestó que el brote tendrá un impacto en la economía china al menos a corto plazo.
De esta forma, los diez miembros con poder de voto en el seno del FOMC optaron de forma unánime por mantener los tipos de interés a corto en el rango del 1,50% y el 1,75%, como ya ocurrió el pasado diciembre. De hecho, el comunicado con el que culminó la reunión de dos días sufrió poco cambios al justificar esta decisión como “apropiada para apoyar la expansión sostenida de la actividad económica, las fuertes condiciones del mercado laboral y la inflación cerca del objetivo simétrico del 2% del Comité”.
En esta ocasión, como es costumbre al inicio del año, la rotación de sillas entre algunos de los presidentes regionales en la Fed brindó un soplo de aire fresco con el nuevo poder de voto con el que cuentan Loretta Mester (Cleveland), Patrick Harker (Filadelfia), Robert Kaplan (Dallas) y Neel Kashkari (Minneapolis). De esta forma, Esther George (Kansas City) y Eric Rosengren (Boston), Charles Evans (Chicago) y James Bullard (San Luís) se apean de la toma de las decisiones finales, aunque continúan como es costumbre ofreciendo sus perspectivas.
En estos momentos, a ojos de los altos funcionarios de la Fed, el mercado laboral de Estados Unidos se mantiene fuerte y esa actividad económica ha aumentado a un ritmo moderado. “El crecimiento de empleos ha sido sólido, en promedio, en los últimos meses, y la tasa de desempleo se ha mantenido baja”, indicó el comunicado. Dicho esto y aunque el gasto de los hogares ha aumentado a un ritmo acelerado, la inversión y las exportaciones fijas de las empresas siguen siendo débiles, a ojos del banco central.
Como ya aventuraban algunas mesas de inversión, la Fed optó por subir en 5 puntos básicos la tasa de interés sobre las reservas y los excesos de las mismas (IOER, por sus siglas en inglés) que a partir del 30 de enero se elevarán hasta el 1,60%. De esta forma, los funcionarios del banco central quieren asegurarse que éste opera 10 puntos por encima la parte baja del rango del 1,50% y el 1,75%. Tradicionalmente, los funcionarios de la Reserva Federal utilizan el IOER como una barrera de protección para su tasa de referencia de fondos federales.
El FOMC se comprometió a continuar con las operaciones para mantener la tasa de fondos federales dentro del rango del 1,50% y 1,75%. Para evitar sustos como el ocurrido a comienzos de septiembre, la Fed continuará comprando letras del Tesoro al menos en la primera mitad del año para mantener saldos de reserva amplios por encima de los niveles de hace casi cinco meses.
También se continuarán realizando recompras a corto plazo durante la noche (repos) para garantizar que el suministro de reservas permanezca siendo sólido para mitigar así el riesgo de presiones dentro del mercado de dinero, que podrían afectar negativamente la implementación de la política monetaria de la Fed. Estas operaciones se mantendrán, por lo menos, hasta el próximo abril.
A partir de entonces, Powell dijo que espera que el banco central deshaga sus medidas técnicas diseñadas para inyectar liquidez al sistema financiero en algún momento del segundo trimestre del año. “El ajuste se llevará a cabo suavemente y ofreceremos más detalles en adelante”, indicó. El guardián que vela por el pleno empleo y la estabilidad de los precios estimó que los funcionarios quieren mantener las reservas al menos en 1,5 billones de dólares una vez que las operaciones de repo de la Fed terminen.