Japón rebaja el PIB del cuarto trimester
La economía de Japón se expandió a un ritmo más lento de lo inicialmente informado en octubre-diciembre, y las empresas redujeron el gasto en plantas y equipos a medida que la pandemia de coronavirus empañaba sus planes comerciales.
El crecimiento más lento se debió principalmente a una contracción más pronunciada de los inventarios privados y al gasto de capital que se expandió menos de lo que se pensaba anteriormente en el cuarto trimestre, aun cuando las exportaciones se mantuvieron sólidas.
Datos separados mostraron que el gasto de los hogares se vio afectado por una caída anual mucho mayor en enero que en el mes anterior, una señal de que la pandemia de COVID-19 mantenía a los consumidores cautelosos sobre las compras.
La economía creció un 11,7% anualizado en octubre-diciembre, más débil que la lectura preliminar de un crecimiento anualizado del 12,7% para marcar el segundo trimestre consecutivo de crecimiento, mostraron los datos de la Oficina del Gabinete el martes.
La lectura, que fue más débil que el pronóstico mediano de los economistas de un aumento del 12,8%, se traduce en una expansión real intertrimestral del 2,8% entre octubre y diciembre, frente a un aumento preliminar del 3,0%.
El gasto de capital creció un 4,3% con respecto al trimestre anterior, por debajo de un aumento preliminar del 4,5%, pero superando la mediana prevista de un aumento del 4,1%.
Los inventarios privados, incluidas las materias primas y los productos manufacturados, restaron 0,6 puntos porcentuales del crecimiento revisado del producto interno bruto (PIB), que fue más que una contribución preliminar negativa de 0,4 puntos porcentuales.
“Aunque la vacunación comenzó en Japón, llevará tiempo producir su impacto, por lo que se prevé que la economía atraviese algunos altibajos”, dijo Yoshiki Shinke, economista jefe del Instituto de Investigación de Vida Dai-ichi.
“Esperamos que la economía se recupere a partir del segundo trimestre, pero será difícil recuperar pronto lo que perderá en el primer trimestre”.
El consumo privado, que representa más de la mitad del PIB, aumentó un 2,2% con respecto a los tres meses anteriores, coincidiendo con la lectura preliminar.
Las exportaciones netas, o exportaciones menos importaciones, agregaron 1.1 puntos porcentuales al crecimiento revisado del PIB, mientras que la demanda interna lo elevó en 1.8 puntos porcentuales, más débil que una contribución preliminar de 2.0 puntos porcentuales.
La revisión del PIB, peor de lo esperado, se produce después de que las exportaciones y la producción industrial se recuperaran en enero, lo que indica una recuperación más sólida de la demanda mundial tras la profunda caída del coronavirus del año pasado.
El gasto de los hogares, sin embargo, cayó un 6,1% en enero en comparación con el mismo mes del año anterior, según mostraron los datos oficiales el martes, peor que la caída del 2,1% esperada por los economistas.
Datos separados mostraron que los salarios reales cayeron por undécimo mes consecutivo en enero, aunque a un ritmo más lento que en el mes anterior, ya que la pandemia continuó presionando las ganancias corporativas.
A algunos analistas les preocupa que una racha fría en la inversión corporativa y el gasto de los hogares pueda durar más de lo esperado, presagiando una mala demanda y amenazando con dejar a la tercera economía más grande del mundo sin un motor de crecimiento interno.
El Banco de Japón llevará a cabo una revisión de sus herramientas de política la próxima semana para hacerlas más “efectivas y sostenibles”, ya que la pandemia lo obliga a mantener su programa de estímulo radical más tiempo de lo esperado originalmente.