Iberia y Vueling cierran con la banca un crédito de 1.010 millones
Como una buena parte de las empresas de este país y el grueso del sector aéreo, Iberia y Vueling siguen esperando al ICO para lograr la financiación prometida por el Gobierno para evitar quiebras por falta de liquidez durante la pandemia.
La aerolínea que preside Luis Gallego lleva semanas negociando un préstamo con los grandes bancos españoles y esperando una respuesta del Instituto de Crédito Oficial desde al menos principios de abril, cuando solicitó los avales. A falta de una respuesta, Iberia y su hermana Vueling ya han suscrito sendos contratos de financiación sindicada por un máximo de 1.010 millones de euros, cuya ejecución final está condicionada a que el ICO respalde el 70% del crédito.
Así, las entidades financiadoras solicitarán al Instituto “la concesión de sendos avales sobre las financiaciones, siendo dicha concesión condición necesaria para la disposición de las mismas”, informa IAG, matriz de las compañías, en un comunicado. “El acuerdo está dentro del marco legal establecido por el gobierno español para mitigar el impacto económico de COVID-19”, señala la empresa. A diferencia de las ayudas directas aprobadas por Francia a Air France y el plan de Austria para hacerse con una participación de Austrian Airlines (Lufthansa) a cambio de inyectarle 767 millones, el sistema habilitado por España son créditos blandos que no implican entrar en el capital de las compañías.
Los contratos de financiación (750 millones para Iberia y 260 millones para Vueling) tienen una duración de 5 años, con fecha de amortización el 30 de abril de 2023, estando ambas aerolíneas facultados para proceder a su repago en cualquier momento, previa notificación al efecto. “Los referidos contratos incluyen determinadas obligaciones no financieras para proteger la posición de las entidades financiadoras, entre las que se incluyen restricciones a la distribución de fondos a favor de socios directos o indirectos”, informa el grupo IAG.
Esto implicaría que Iberia o Vueling no pueden utilizar los fondos para prestar apoyo a otras compañías del grupo o franquiciadas como Level, Air Nostrum o la propia British Airways, que prevé despedir a 12.000 personas (4.000 de ellas pilotos) y dejar de operar en el aeropuerto de Gathwick. En este punto, la aerolínea británica todavía no ha conseguido préstamos blandos del gobierno británico y no parece que vaya a luchar por ellos.
El crédito pactado con las entidades financieras está destinado exclusivamente a pagar salarios, facturas, afrontar requisitos de capital de trabajo (recursos que requiere la empresa para poder operar) u otras necesidades de liquidez, incluidas las derivadas de las obligaciones tributarias. Es decir, en principio Iberia no podría utilizar estos 750 millones de euros en pagar la compra de Air Europa, pactada por 1.000 millones a finales de 2019 y todavía pendiente del visto bueno de la Unión Europa.
Aunque Iberia asegura que no se está negociando actualmente ninguna rebaja del precio de la operación, lo cierto es que la posibilidad ya está sobre la mesa. La compañía está estudiando renegociar las condiciones de la operación para bajar el monto y estructurar los pagos en varios años. El objetivo es seguir adelante con la compra, que se afronta como una cuestión de Estado, pero salvaguardando la estabilidad financiera y la liquidez de Iberia. Además, Air Europa, que todavía lucha por un crédito, ya no vale 1.000 millones de euros.
Los problemas de Iberia para lograr los avales del ICO se extienden por todo el sector aéreo, que muestra su preocupación por la falta de liquidez y ha enviado esta semana una carta al Ministerio de Transportes solicitar una serie de medidas fundamentales para “la supervivencia y reactivación del sector del transporte aéreo”.
Entre ellas pide, “agilizar la concesión de líneas ICO a las aerolíneas” y que el instituto de crédito “avale el 90% de la cuantía de las líneas de financiación ante las reticencias de las entidades de crédito por el elevado riesgo de quiebra y la incertidumbre sobre el futuro del sector aéreo”.