Hong Kong retira su oferta para comprar la bolsa de Londres
La bolsa de Hong Kong ha rechazado mejorar su oferta de 29.600 millones de libras (unos 33.200 millones de euros) para adquirir a su competidor londinense (London Stock Exchange -LSE-) y no presentará una nueva propuesta antes de que concluya el plazo mañana, miércoles.
De esta manera, la bolsa de Hong Kong se retira tras no lograr convencer a la directiva de la firma londinense para que respaldara una operación que podría haber transformado a los dos gigantes de servicios financieros globales.
En un comunicado, la sociedad que gestiona el mercado hongkonés, Hong Kong Exchanges and Clearing (HKEX), señaló que continúa creyendo que su combinación con LSEG es “estratégicamente convincente y crearía un grupo líder mundial de infraestructura de mercado”.
El consejo de dirección de HKEX asegura sentirse “decepcionado” por “haber sido incapaz de comprometer a la dirección de la LSEG con la realización de esa visión” y añade que, como consecuencia, ha decidido que “no va en el mejor interés” de sus accionistas continuar con el proceso. Al no presentar una oferta formal antes de que expire el plazo el miércoles, la bolsa de Hong Kong no podrá realizar otra oferta por la de Londres en un plazo de al menos seis meses, de acuerdo con las reglas de adquisiciones del Reino Unido.
La HKEX realizó una inesperada oferta por la bolsa de Londres el pasado 11 de septiembre de 8,36 libras (9,37 euros, 10,27 dólares) por acción. Dos días después, el 13 de septiembre, la LSE rechazó por unanimidad la oferta hongkonesa al considerar que contenía “defectos fundamentales” y que el precio por acción estipulado se quedaba “sustancialmente corto”. “El consejo alberga dudas fundamentales sobre aspectos clave de la propuesta condicional”, señaló en un comunicado el grupo británico, que detalló que no preveía continuar negociando con HKEX.
La combinación de ambos mercados, los dos centros financieros más significativos de Europa y Asia, habría creado un gran operador bursátil capaz de competir con la bolsa de Nueva York. La oferta se realizó en un momento en que Hong Kong vive una de sus peores crisis políticas con protestas en las calles desde hace cuatro meses, lo que ha sembrado dudas sobre su futuro como centro financiero internacional.