Francia propone un fondo “especial y temporal”
El grupo de países que defiende la emisión de deuda conjunta, los llamados coronabonos, para superar la crisis causada por el coronavirus está movilizándose. Francia ya ha detallado su propuesta para crear un mecanismo capaz de emitir deuda por un total de hasta el 3% del PIB de la UE, para ayudar a los países más afectados por la pandemia.
Según informaron fuentes europeas, la propuesta francesa es apoyada por el frente de nueve países que defiende los coronabonos, aunque solo se ha discutido de pasada en la reunión técnica que mantuvieron los enviados de los ministerios de Finanzas esta mañana para preparar el Eurogrupo de mañana. Los coronabonos quedará para la teleconferencia que mantendrán en unos días.
Fuentes diplomáticas de este grupo de los 9 no obstante señalan que existe una clara voluntad de presionar para conseguir una propuesta ambiciosa para la fase de reconstrucción, y superar la severa recesión que causará el coronavirus COVID-19. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo lo propio publicando una tribuna en varios medios europeos.
Los ministros de Finanzas de la UE debatirán mañana un paquete de medidas que podría movilizar un total de medio billón de euros. Incluiría instrumentos y garantías del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones.
Pero las instituciones de la UE y los Estados miembros coinciden en que se debe hacer más una vez que pase la pandemia para iniciar la recuperación económica.
Según la línea oficial, el acuerdo entre los ministros de Finanzas está listo al 95%. Sin embargo, la parte que queda es la más complicada: la condicionalidad que se pediría a cambio de los préstamos del MEDE. Tal y como adelantó este diario, Holanda, Austria y Finlandia se oponen a la condicionalidad light que se quiere añadir a los créditos del mecanismo de rescate, el principal instrumento del paquete por su potencia de fuego de 410.000 millones de euros.
Las instituciones comunitarias y los Estados miembros coinciden en que luego tendrá que llegar un estímulo ambicioso para sacar al bloque del coma inducido. Y es aquí donde entrarían los coronabonos, como pilar central de ese Plan Marshall de recuperación que pide España, entre otros.
Fuentes diplomáticas del grupo de nueve socios que defienden los coronabonos indican que existe una clara voluntad de presionar durante los próximos días para conseguir una propuesta ambiciosa para la fase de reconstrucción, para superar la severa recesión que causará la pandemia. Sin embargo, para un puñado de países, entre ellos Alemania, Holanda, Finlandia y Austria, cualquier reflejo de eurobonos, aunque sea de manera temporal, continúa siendo tabú.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, coloca el presupuesto plurianual para el próximo periodo (2021-2027). Sin embargo, no sólo este grupo de nueve países, también dentro de su colegio de comisarios piden una respuesta más ambiciosa. Este es el caso de sus comisarios de Economía e Industria, el italiano Paolo Gentiloni y el francés Thierry Breton.
Francia propone un nuevo instrumento capaz de emitir deuda europea (un vehículo de propósito especial), capaz de emitir deuda conjunta. El mecanismo no implicaría la mutualización de la deuda de los Estados miembros pasada, ni tampoco futura, ya que los países seguirían colocando sus bonos. No obstante, aliviaría enormemente la carga al no anotarse las capitales el endeudamiento necesario para relanzar la economía.
“Este instrumento debería mostrar la unidad y la solidaridad de la UE al beneficiar principalmente a los países o regiones más afectados de la UE”, se lee en el documento.
El documento añade detalles a la propuesta realizada inicialmente por París la semana pasada para este instrumento, y corrige elementos importantes.
El instrumento estará respaldado por garantías emitidas por los Estados miembros de la UE. Una de las posibilidades será una garantía conjunta.
París ahora precisa su tamaño, y sugiere que el fondo tenga una potencia de fuego de alrededor del 2% -3% del PIB de la UE durante unos cinco años, aunque esto sería decidido por los líderes y podría revisarse.
El periodo de devolución se extendería hasta 20 años
Además, Francia modifica la fórmula de reembolso propuesta la semana pasada. Si bien el borrador inicial propuso un “impuesto solidario” excepcional para pagar la deuda emitida, ahora dice que el “escenario central” debería ser que los Estados miembros paguen de acuerdo con sus renta nacional bruta.
Aún así, el documento todavía contempla la posibilidad de un “recurso dedicado europeo excepcional y temporal” asignado al vehículo mientras esté activo.
El mecanismo podría derivar en cierta redistribución de los recursos, ya que se asignarían de acuerdo con el daño sufrido por los países y las regiones desde un punto de vista económico y social. En este sentido, los recursos destinados a Italia y España, los socios más castigados, podrían ser superiores a los que corresponderían a su peso económico.
En cuanto a los objetivos, Francia insiste en las prioridades relacionadas con el Pacto Verde y la estrategia industrial, en particular para reubicar cadenas de valor estratégicas en Europa.
También dice que debería centrarse en programas “diseñados para mitigar los efectos de una crisis simétrica externa y para responder a las necesidades financieras mejor abordadas a nivel europeo”.
El ministerio francés también propone un período más largo para pagar la deuda en comparación con las condiciones crediticias de los préstamos del MEDE que actualmente discuten los ministros.
Si bien el MEDE ofrecería vencimientos de hasta 10 años, París sugiere un período de hasta 20 años, que podría ser aún más largo para aliviar la carga de las economías nacionales.
El grupo de los Socialistas europeos en el Parlamento Europeo también apoyó un vehículo en la misma línea de la propuesta francesa. Su portavoz en el Comité de Asuntos Económicos de la Eurocámara, Jonás Fernández, indicó esta mañana en una videoconferencia que “necesitaremos más impuestos” para pagar la deuda conjunta emitida por este nuevo mecanismo, y que podría incluir nuevos impuestos corporativos y la tasa digital en Europa