Europa vuelve al pesimismo
Las bolsas europeas tratan de sobreponerse a la caída en vertical -de hasta un 2,5%- de mitad de mañana, aunque siguen en negativo a medida que se van confirmando más casos del coronavirus en el mundo. Pocos países escapan al virus y el miedo de que se convierta en pandemia vuelve a escena. Las consecuencias económicas de esta enfermedad, aún sin cuantificar, pesan en los mercados y el Ibex 35 también se mueve con descensos tras tocar sus mínimos del mes de octubre, sobre los 9.000 puntos.
“El mercado está anticipando una desaceleración significativa en el crecimiento global y las ganancias corporativas”, aapunta Ong Zi Yang, analista macro senior de FSMOne.com, a WSJ. “Es difícil cuantificar el impacto económico ahora, pero definitivamente habrá una desaceleración”, lamenta. “Es un caso clásico de aversión al riesgo”, indica Kelvin Tay, director regional de inversiones de UBS en Singapur, que agrega que las bolsas probablemente seguirán siendo presa de la volatilidad.
La pérdida de soportes durante la jornada de ayer ya anticipaba una corrección más seria de cara los próximos días, que podría alcanzar caídas de hasta el 5%. La perforación de niveles como los 3.600-3.640 puntos del EuroStoxx 50, los 9.450 puntos del Ibex 35 y los 5.700-5.800 del CAC francés, que es un indicador que suele comportarse muy bien desde el punto de vista técnico y que ha sido vigilado desde Ecotrader en las últimas semanas como guía del mercado europeo, alerta de una “corrección de orden mayor” en Europa.
“Tras la cesión de niveles clave, los descensos en las bolsas todavía pueden profundizar hacia siguientes soportes como son los 3.400 puntos del EuroStoxx 50, cuyo alcance supondría una corrección de la mitad de toda la tendencia alcista que nació en los mínimos de diciembre de 2018 desde la zona de los 2.910 puntos”, indica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
Y la escena puede ir a peor. Desde nuestro portal de inversión no descartan que los retrocesos puedan profundizar algo más y aproximar al principal índice europeo al soporte clave de los 3.240 puntos, que es el que en ningún caso debería de perder si se quiere seguir confiando en la tendencia principal alcista.
En España, el panorama no es mucho más alentador. Cabrero cree que una corrección de orden mayor podría llevar al Ibex 35 a buscar apoyo a la zona de los 8.850 puntos, con un soporte intermedio en los 9.100 puntos. “A corto plazo no nos sorprendería que el alcance del soporte intermedio de los 9.100 puntos pueda provocar un rebote que trate de rellenar parte del enorme hueco bajista que abrió en la apertura del lunes desde los 9.900 puntos”, afirma el experto, aunque advierte de que “mientras este hueco no se cierre se mantendrá el riesgo de asistir a una corrección más amplia hacia los 8.850 puntos”.
El pánico que está provocando el coronavirus se está cebando especialmente con la deuda española e italiana donde el brote en Europa está expandiéndose. La rentabilidad del bono español a diez años ha pasado del 0,21% registrado ayer al 0,24%. Está siendo la deuda europea que más se está vendiendo junto a la portuguesa. Justo por detrás van los bonos italianos. El rendimiento del de diez años escala al 1,04%.
El dinero corre a activos más seguros como el alemán. El interés del bund se sigue hundiendo y roza el -0,53%. Se está viviendo un rally espectacular en los bonos de Eslovenia y Eslovaquia entrando su rentabilidad en terreno negativo. Los inversores también están comprando de forma desaforada deuda francesa, austriaca y belga.
Por cuarto día consecutivo el petróleo se vuelve a despeñar. Tanto el Brent como el Texas caen alrededor de un 1,5%, en 49 dólares y 53 dólares, respectivamente. Con los nuevos descensos ambas referencias marcan nuevos mínimos del año. El oro, el valor refugio por excelencia, mantiene su escalada buscando máximos de 2013. El euro se mantiene estable sobre los 1,08 dólares.
Al margen del aspecto de las bolsas, los inversores cuentan con una batería de resultados empresariales. Iberdrola ha pulverizado su beneficio récord en 2019 con unas ganancias de 3.406 millones, mientras que Cellnex redujo en un 40% sus pérdidas en 2019, hasta 9 millones y superó los 1.000 millones en ingresos.