Europa inicia la desescalada
Los países europeos han iniciado ya la desescalada de sus medidas de confinamiento y distanciamiento entre personas para reducir los contagios del coronavirus Covid-19. Alemania anunció que iniciaba el proceso de reactivación económica y las autoridades nacionales y regionales acordaron que las tiendas pequeñas y medianas de hasta 800 metros cuadrados puedan reabrir sus puertas, aunque los 16 estados del país han optado por retomar la actividad comercial en diferentes grados y en diferentes momentos.
Alemania se suma así a la reactivación que ya han iniciado otros países como Austria -que fue de los primeros, Suecia, Dinamarca, Noruega, República Checa o Polonia. Incluso en Francia, de los Estados con más restricciones, el presidente Emmanuel Macron ha anunciado que las escuelas infantiles, colegios e institutos reanudarán sus actividades de forma gradual a partir del 11 de mayo.
Por su parte, el Gobierno de España sigue sin precisar aún cómo y cuándo comenzará la desescalada. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró el sábado que volverá a pedir al Congreso una nueva prórroga del estado de alarma, la tercera, que se prolongará hasta el 9 de mayo. Sanchez subrayó que aliviará el confinamiento del niños a partir del 27 de abril, aunque no manifestó nada sobre la vuelta a los colegios.
En el resto de Europa, el Gobierno austriaco abrió los pequeños comercios el 14 de abril y el 1 de mayo procederá al resto de tiendas y, de forma escalonada, los demás establecimientos. Por parte danesa, la estrategia es completamente distinta y si en Austria los colegios son el último paso, para Copenhague la normalización empieza por las aulas.
“Esto será como andar por la cuerda floja. Si nos quedamos quietos, podríamos caer. Si avanzamos demasiado rápidos, puede salir mal. Por ello, debemos ir paso a paso de forma cautelosa”, analizó la primera ministra Mette Frederiksen.
Italia, por su parte, prevé reabrir sus fábricas para finales de abril y los bares a mediados de mayo.
Mientras tanto en Estados Unidos, las protestas sociales contra el confinamiento continúan aumentando en estados como Michigan, Minnesota y Virginia. El propio presidente del país, Donald Trump, defendió a los manifestantes estadounidenses, argumentando que algunos gobernadores “han ido demasiado lejos” con sus medidas.
Sin embargo, el gobernador de Maryland, el republicano, Larry Hogan, quien dirige la Asociación Nacional de Gobernadores, ha arremetido contra el inquilino de la Casa Blanca por avivar las protestas que contradicen las pautas de reapertura de la propia administración estadounidense.
Varios Estados han anunciado ya una moderada relajación del distanciamiento social. En particular, Texas, que supone el 9% del PIB estadounidense, y que ha permitido la reapertura de algunas minoristas. El gobierno estatal planea anunciar una reducción más significativa de las restricciones el próximo 27 de abril.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha indicado ya que es probable que el estado haya pasado ya su “punto álgido”, algo que concuerda con la opinión de la administración Trump de que el país “ha superado el pico”. Nueva York comenzó el lunes a realizar pruebas de anticuerpos al azar para determinar la prevalencia del virus y revisará sus medidas de confinamiento el próximo 15 de mayo.
Según el modelo elaborado por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) al que la administración Trump hace referencia frecuentemente, un número de estados que representan el 35% del PIB podría disminuir el distanciamiento social a partir del próximo 18 de mayo, el 80% para el 1 de junio y el 100% para el 29 de junio.
Expectativas que no difieren demasiado del calendario de reapertura para los estados que siguen las directrices ofrecidas por el gobierno federal, que revisará sus medidas de confinamiento el próximo 30 de abril.
En estos momentos, 42 de los 50 estados del país, que suponen el 95% de la población y la economía de EEUU, se encuentran bajo algún tipo de medida de confinamiento. El vicepresidente del país, Mike Pence, habló el lunes con los gobernadores estatales para determinar la capacidad de estos para seguir realizando pruebas a los ciudadanos.
Pence reiteró que los Estados con caídas en el número de infecciones y suficiente capacidad hospitalaria cuentan con margen para seguir implementando tests.