España abre la puerta a una gran recesión
Los primeros indicadores de actividad comienzan a reflejar el coma inducido de la economía española para contener la propagación del coronavirus. Según PMI Compuesto de marzo, el PIB se contrajo en marzo casi un 2% al hundirse el sector servicios y en menor medida la industria. La demanda y la actividad sufren un declive sin precedentes en tres semanas. El índice comercial cayó hasta los 23 puntos desde los 52,1 de febrero, un registro mucho peor que el registrado durante la crisis financiera.
El dolor para la economía no acaba nada más que empezar, pero el golpe inicial está siendo histórico. En apenas tres semanas el hundimiento de la actividad es solo comparable a los primeros cinco meses tras el estallido de la crisis financiera de 2008. El índice PMI elaborado por la consultora IHS Markit se elabora a través de casi 800 encuestas a empresas españolas. Muchas empresas informaron que cerraron debido al brote de COVID-19 con la consecuente reducción de producción y de nuevos pedidos recibidos.
En marzo se puso fin a un período de casi seis años y medio de crecimiento ininterrumpido en el sector privado español. El PMI Compuesto, que engloba al sector servicios y manufacturero, disminuyó de 51,8 registrado en febrero hasta alcanzar su mínimo histórico de 26,7 puntos, superando el anterior récord fijado durante la crisis financiera. Con este dato, la consultora hace una estimación con la evolución del PIB. La firma estima que en marzo la contracción de la economía española se acerca al 2%. Paul Smith, economista de IHS Markit, opina que el impacto más fuerte se dejará sentir en el segundo trimestre. “Existe una alta probabilidad de que la severidad de la recesión en el segundo trimestre supere todo lo que hemos observado desde la fuerte recesión de la crisis financiera”, indica.
La consultora no detalla una previsión pero sí recoge las expectativas de las empresas. La confianza con respecto a los próximos doce meses cayó bruscamente a un nivel nunca observado en la historia del estudio, con una preocupación considerable sobre el impacto a largo plazo que la pandemia pueda tener en la actividad, la inversión y el empleo durante los próximos doce meses.
Algunas casa de análisis como Deutsche Bank anticipa que el cierre de actividad provocará que el PIB se contraiga durante el segundo trimestre alrededor de un 20%. El golpe será mucho mayor que la media de la zona euro, incluso más fuerte que en Italia.
Este comportamiento, se debe a la estructura de la economía española con un menor peso del sector industrial y una elevada dependencia al turismo, viajes y restauración. El sector servicios se ha comportado mucho peor que la industria en este mes de marzo. El índice PMI de servicios cayó hasta los 23 puntos desde los 52,1 de febrero, mientras el manufacturero se situó en 45,7 puntos desde los 50,4 del mes anterior.
Los últimos datos mostraron una caída récord de los nuevos pedidos en su conjunto, cuya contracción estuvo de nuevo encabezada por las empresas del sector servicios.
Las encuestas de PMI reflejan una destrucción de empleo sin precedentes. Ayer se publicaron datos de empleo mostrando que en las tres últimas semanas de marzo se eliminaron más de 800.000 puestos de trabajo. En el sector servicios, la reducción del empleo, según el PMI, fue la segunda más rápida registrada por el estudio hasta la fecha, solo superada por el declive observado en el apogeo de la crisis financiera en febrero de 2009, con la gran diferencia que hace una década el ajuste se produjo en cuatro meses. Actualmente, se ha producido en semanas.