El PMI de la Eurozona firma su peor dato en 6 años
El Índice Compuesto de Gestores de Compras (PMI) ha confirmado la debilidad del crecimiento empresarial en la Zona Euro. El dato publicado hoy firma el peor crecimiento desde el año 2013 mientras la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, mantiene el optimismo ante la situación económica de la Unión Europea (UE). Lagarde aseguró en su primera conferencia de prensa como presidenta del Banco Central Europeo que “la desaceleración de la economía podría estar tocando fondo en la zona euro y que la inflación subyacente estaría mostrando una leve mejoría”.
Sin embargo, el Índice Compuesto de Gestores de Compras (PMI) adelantado de IHS Markit, considerado como una buena guía para la salud económica, se mantuvo en 50,6 en diciembre, por debajo de la mediana de 50,7 prevista en una encuesta de Reuters. Cualquier dato por encima de 50 puntos indica crecimiento.
El informe del sector privado publicado ayer sugiere que los riesgos para las perspectivas de la Zona Euro siguen inclinados a la baja. “La economía ha estado paralizada en una marcha superlenta por cuarto mes consecutivo y el índice PMI indica un crecimiento trimestral del PIB de tan solo el 0,1 por ciento”, subraya Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, “Existen pocos indicios de posibles mejoras inminentes”, añade.
En el mes de diciembre, se registró un aumento marginal del nivel de nuevos pedidos por primera vez desde el pasado agosto, lo que permitió una bajada por décimo mes consecutivo de los pedidos pendientes, aunque al ritmo más débil desde junio. De este modo, volvió a registrarse un exceso de capacidad operativa, lo que impulsó a las empresas a limitar la contratación
Por otra parte, el empleo aumentó en diciembre al ritmo más lento desde noviembre de 2014, algo que influyó en parte en la continua debilidad del optimismo respecto de las perspectivas para los próximos doce meses, que siguen situándose en uno de los niveles más bajos registrados desde 2013 ante las preocupaciones de las empresas por la incertidumbre geopolítica relacionada con el Brexit y las guerras comerciales, así como con una inquietud más generalizada respecto de la ralentización del crecimiento económico mundial en 2020.
Según los datos del índice Francia aportó el “soporte vital” al crecimiento europeo, mientras Alemania registró una “ligera desaceleración” ante la recesión del sector manufacturero.