El PIB de EEUU creció un 2,1% en el cuarto trimestre de 2019
La economía de Estados Unidos creció un 2,1% en el cuarto trimestre de 2019, según la segunda revisión realizada por el Buró de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio. Esta lectura coincide con la ya realizada en enero.
El aumento en los tres últimos meses del año pasado reflejó contribuciones positivas de gastos de consumo personal (PCE), gastos del gobierno federal, exportaciones, inversión fija residencial y gastos del gobierno estatal y local que fueron parcialmente compensados por contribuciones negativas de la inversión de inventarios y la inversión fija no residencial.
De hecho, esta última, se revisó a la baja hasta registrar una caída del 2,3%, lo que representa la tercera disminución consecutiva y coincide con la mayor disminución desde 2015. La caída en las importaciones también pasó factura. Además, el gasto del consumidor, que representa alrededor de dos tercios de la economía, aumentó una décima menos de lo estimado anteriormente, quedando así en el 1,7%.
El informe sugiere que la mayor expansión de la historia moderna que vive la economía de EEUU es más vulnerable de lo que se pensaba. Una situación que promete complicarse dadas las presiones que enfrenta la economía en el trimestre en curso. El coronavirus afecta a multitud de compañías estadounidenses que se están viendo perjudicadas por las interrupciones en sus cadenas de suministro y la paralización de sus operaciones en China. Más allá del COVID-19, la decisión de Boeing de congelar la producción de su 737 MAX a mediados de enero promete borrar hasta medio punto porcentual del PIB en el trimestre en curso.
En estos momentos, el GDPNow que elabora la Reserva Federal de Atlanta estima un crecimiento en el trimestre en curso del 2,6%. No obstante esta cifra seguramente se revisará a la baja conforme continúe incluyendo nuevas referencias. El Nowcasting que elabora la Fed de Nueva York proyecta un avance de aproximadamente el 2%. A comienzos de mes, los economistas ya aventuraban que el crecimiento a este lado del Atlántico podría desacelerarse hasta el 1,5% en el primer trimestre, dado el comatoso gasto público y un tímido aumento en la inversión privada.