El FMI pide cautela a España y Europa con su reapertura
El Fondo Monetario Internacional se hace eco de los planes de reactivación económica de los distintos países europeos tras los confinamientos implantados para hacer frente a la pandemia del coronavirus. Medidas que causaron que el PIB de España se contrajera un 19,2% (una tasa anualizada y ajustada estacionalmente), el de Francia un 21,3% o el de Italia un 17,5% en el primer trimestre de 2020.
“El segundo trimestre seguramente será aún peor”, avisa el director del Departamento Europeo, Poul Thomsen, en un blog junto a Chang Yong Rhee, su homólogo en el Departamento de Asia Pacífico del FMI.
En el mismo, ambos exploran cómo los países de Asia y Europa emergen del “Gran Confinamiento” tras haber adoptado cierres estrictos, cuyo impacto económico ahora se ha hecho evidente. En el caso de China y Corea del Sur, ambos se encuentra ya en un camino avanzado de la reapertura.
En el gigante asiático el regreso se ha desarrollado sin una segunda ola de infecciones, aunque el FMI advierte que esto aún podría cambiar a medida que la actividad se normalice aún más. Por su parte, desde Washington, destacan como Corea del Sur ha puesto en marcha desde el principio un esfuerzo de contención rápido y bien organizado. Éste se centró principalmente en realizar pruebas a gran escala, aislamiento obligatorio de casos detectados y en riesgo, y el uso generalizado de la digitalización y tecnología para el rastreo de contactos.
Ahora bien, a medida que España ha levantado las restricciones en las manufacturas y la construcción, así como para algunas pequeñas empresas, incluidas las minoristas o Alemania está reabriendo gradualmente los colegios y tiendas, el FMI advierte que “Europa parece estar reabriendo su economía antes que China en el ciclo epidémico” en un momento en que se considera que “la capacidad de pruebas a gran escala, el rastreo de contactos y el aislamiento de casos en Europa pueden estar rezagados con respecto a los mejores ejemplos entre los países asiáticos”.
En este sentido se menciona, entre otras cuestiones, como la Comisión Europea recomienda las aplicaciones de seguimiento y rastreo, pero solo de forma voluntaria. Como consecuencia, Europa parece estar en mayor riesgo que otros países asiáticos, entre ellos China. Es por ello que el Fondo llama a la cautela y a resistirse a la necesidad de reabrir demasiado pronto y arriesgarse así a una recaída.
“Tanto en Europa como en Asia, los confinamientos y otras restricciones han impuesto un coste económico y psicológico significativo a los ciudadanos, y su deseo de revertir estas medidas y reabrir las economías es muy comprensible”, reconocen los directores del Departamento Europeo y de Asia Pacífico del FMI. “Sin embargo, avanzar demasiado pronto y antes de que se adopten medidas de amplio alcance para identificar y contener rápidamente nuevas infecciones pondrá en juego las ganancias en la lucha contra la propagación del COVID-19 y podría suponer nuevos costes humanos y económicos”.