El Covid-19 deja a la bolsa china como la más atractiva por valoración
En sus perspectivas para 2020, muchos gestores y analistas ya situaban, antes de que se desatara la crisis mundial por el Covid-19, a la renta variable china entre sus opciones preferidas. El giro de su economía para crecer por la vía del consumo interno, su capacidad de ahorro, la posibilidad de inversión sobre gasto público y sus importantes reservas eran algunos de los atractivos que citaban los expertos a la hora de razonar su confianza en la bolsa asiática.
Si bien la caída del 6,8% del PIB en el primer trimestre fue la mayor desde 1976, la bolsa del país ni se inmutó y su índice de referencia, el CSI 300, con una caída del 4,5% en 2020, es el que menos cede en el ejercicio. Los expertos señalan que pese a que el dato trimestral de PIB decepcionó, la producción industrial de marzo fue más alentadora, al igual que las ventas semanales de automóviles ayudadas por los incentivos para los compradores a alcanzar niveles casi normales.
“Tal evidencia de que el shock económico chino está empezando a desvanecerse y a revertirse está ayudando a un rebote global y seguimos prefiriendo las acciones emergentes en base a nuestra tesis de un rebote liderado por China. En particular, nos centramos en una clase media en alza -consumo discrecional- y en el sector de la tecnología de la información”, señala Sebastien Galy, responsable de estrategia macro en Nordea AM.
La gestión de la pandemia por parte de Pekín, conteniendo el brote en la provincia de Hubei y salvando de la peor parte a las grandes ciudades, ha permitido a su industria retomar poco a poco la actividad. “El lado de la demanda continúa registrando debilidad porque, como era de esperar, el virus ha modificado los patrones de gasto de consumidores y empresas, lo que se ha traducido en una caída de las ventas al por menor y la inversión fija. Esperamos que la recuperación de la demanda replique la de la oferta en los próximos meses, conforme se vaya diluyendo el impacto del virus en el comportamiento de gasto de consumidores y empresas -y siempre que no se produzca una segunda oleada de contagios-“, admite Lale Akoner, estratega de mercado en BNY Mellon IM.
La recuperación será lenta, tal y como apuntan los datos, pero desde el punto de la inversión, China se encuentra en mejor posición que otros mercados. Su principal índice fue el que menos cedió en la corrección, y pese a ello, ofrece una valoración más atractiva por fundamentales que la renta variable europea o estadounidense. Por la vía del beneficio, el PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) estimado a 12 meses para el CSI 300 no llega a las 12 veces, frente a las 17 veces a las que lo hace el Stoxx 600 y las 22 veces del S&P 500, lo que representa un descuento por esta ratio cercano al 30% respecto a la referencia europea y del 45% frente a Wall Street. Por valoración EV/ebitda?la suma de la capitalización y la deuda frente al beneficio bruto (ebitda)? las cotizadas chinas -excluyendo a bancos, aseguradoras y socimis- cotizan en las 9 veces, en línea con Europa un 27% más barato que el índice americano, cuya ratio se sitúa en las 12 veces. Y lo mismo sucede con el potencial de revalorización. El CSI 300 tiene margen para avanzar un 16%, al igual que el Stoxx 600 y el 12,6% del S&P.
En plena presentación de resultados, los expertos asumen que el impacto en las ganancias corporativas en los dos próximos trimestres será significativo, aunque prevén una normalización relativamente lenta de la actividad económica en el segundo trimestre. “Esperamos que la mayoría de las grandes cotizadas, al trabajar a gran escala, salgan más fuertes de esta crisis”, señala May Ling Wee, gestora de renta variable china de Janus Henderson.