El 30% del PIB de EEUU reanudará en mayo
Hasta la fecha, la pandemia del coronavirus ha forzado a un total de 42 estados de Estados Unidos, el equivalente al 95% del PIB, a implementar algún tipo de medida de confinamiento y cese de la actividad. El presidente, Donald Trump, tras consultar con empresarios, legisladores y gobernadores emitía esta semana un conjunto de pautas de reapertura económica nacional y llegó a sugir que hasta 29 estados estarían listos para comenzar la “fase uno” tan pronto como el viernes.
No obstante, antes de proceder a la primera fase, la región debe haber registrado 14 días de trayectoria descendente en infecciones así como nuevos contagios y todos los pacientes afectados deben ser tratados sin generar ningún tipo de crisis en los servicios de atención médica. Paralelamente, los distintos estados deben tener pruebas suficientes y adecuadas para los empleados de atención médica.
Si se cumplen estos requisitos se daría paso a la “fase uno” donde se sigue fomentando el teletrabajo, los colegios permanecen cerrados y solo se permite la socialización en grupos de hasta 10 personas. Se pueden abrir grandes establecimientos (restaurantes, gimnasios, cines) con un estricto distanciamiento físico. Los bares permanecen cerrados. No se permiten los viajes que no sean esenciales.
En la “fase dos” se continúa potenciando el trabajo a distancia donde sea posible pero se reabren los colegios y se amplían los grupos sociales a un máximo de 50. Los restaurantes y otras grandes tiendas moderarán su distanciamiento social y los bares abrirán sus puertas pero con una capacidad reducida. En este periodo se reanudan los viajes no esenciales.
Por último, en la “fase tres” se permite el regreso a la oficinas sin restricciones. Las personas de riesgo deben minimizar el tiempo en espacios concurridos mientras los grandes establecimientos limitarán el distanciamiento social.
A día de hoy, los estados de Nueva York y Nueva Jersey, los más afectados, extendieron sus órdenes de confinamiento para empleos no esenciales hasta el próximo 15 de mayo, en coordinación con Connecticut, Pensilvania, Massachusetts, Delaware y Rhode Island. Esto implica que del bloque del Noreste del país, que representa aproximadamente el 19,5% del PIB de EEUU probablemente no alcanzarán la tercera fase por lo menos hasta el 15 de junio.
En la Costa Oeste (California, Oregón, Washington), aproximadamente el 18,5% del PIB, también se espera un calendario similar. Por otro lado, Texas y Ohio planean reactivar la actividad mucho antes, ambos suponen algo menos del 12% de la economía del país. Los primeros estados en reabrir, alrededor de 29 según Trump, acumulan aproximadamente el 15% del PIB.
“Hablando en términos muy generales, y suponiendo que la tendencia bajista continúe en los nuevos casos de COVID-19 y que los distintos estados opten por seguir esta estrategia, alrededor del 30% del PIB de EEUU volverá al trabajo con restricciones limitadas a mediados de mayo o principios de junio, otro 30% a mediados de junio y el 40% restante a mediados algo más tarde”, según indica Andrew Hollenhorst, economista de Citi.
Durante su conferencia de prensa diaria del viernes, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, indicó que si se busca reabrir la economía, el gobierno federal deberá incrementar los fondos a los estados, que han pedido hasta 500.000 millones de dólares.
En el caso particular de Nueva York, epicentro de la pandemia, Cuomo señaló como el acceso masivo a pruebas requerirá un esfuerzo de colaboración entre el sector público y los 300 laboratorios que permitirían agilizar este proceso. Una operación que requiere una mayor inyección de dinero del gobierno central. Sin embargo Trump, en un tuit, arremetió contra el demócrata instándole a quejarse menos y hacer más.
Precisamente, las ayudas a los gobiernos estatales así como la financiación a hospitales, entre otros asuntos se han interpuesto entre los legisladores republicanos y demócratas a la hora de incrementar las ayudas a las PYMES, cuyo fondo de 350.000 millones de dólares, se ha quedado sin dinero esta semana.
Si bien existe un apoyo bipartidista para aumentar el tamaño de este programa, los demócratas quieren combinar esto con al menos otros 150.000 millones de dólares para los gobiernos estatales y locales y otros 100.000 millones de dólares para los hospitales. Por su parte, los republicanos prefieren sumar este gasto a las negociaciones del próximo paquete fiscal completo, el cuarto desde que comenzase la pandemia.
Cierto es que mientras las pequeñas y medianas empresas no pueden solicitar nuevos préstamos, los ya aprobados todavía están en proceso de desembolso, lo que significa que habrá poco impacto económico si se aprueba en los próximos días.
Mientras las negociaciones continuarán la próxima semana, el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, abrió la puerta a sumar un aumento en los fondos para hospitales a los 250.000 millones de dólares adicionales para el Programa de Protección de Pago de Nómina (PPP, por sus siglas en inglés), como se conoce oficialmente al plan de ayuda a las PYMES, en una entrevista con el Wall Street Journal.