China y EEUU acuerdan resolver “cuestiones relevantes” de la fase uno del acuerdo comercial
Representantes de China y Estados Unidos mantuvieron esta mañana una conversación sobre la resolución de las cuestiones clave del conflicto comercial para cada una de las partes implicadas, según ha informado este martes el Ministerio de Comercio chino.
En un breve comunicado publicado en su página web, la institución explica que “ambas partes trataron la resolución de las principales preocupaciones de cada uno” y “alcanzaron un consenso sobre la resolución de cuestiones relevantes”.
Al término de la llamada, los representantes de las dos principales potencias económicas mundiales “acordaron mantener la comunicación en las cuestiones restantes de la primera fase del acuerdo (comercial) y las consultas”, añade el comunicado del Ministerio.
En la llamada telefónica intercambiaron opiniones el vice primer ministro chino Liu He, encargado de las negociaciones por la parte china, y, por parte de Estados Unidos, el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
También estuvieron presentes en el equipo chino el ministro de Comercio, Zhong Shan; el presidente del Banco Popular de China (BPC, central), Yi Gang, y el subdirector de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR, principal órgano de planificación económica del país), Ning Jizhe.
La autoridad comercial china aseguró a comienzos de este mes que había llegado a un acuerdo con Washington para retirar por fases los gravámenes que ambas partes se han ido imponiendo durante la disputa, pero el presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó las expectativas días después.
La semana pasada, el presidente chino, Xi Jinping, aseguró durante un foro económico celebrado en Pekín que su país quiere “trabajar en un acuerdo” basado en “el respeto mutuo y la igualdad”, pero que no fue China quien comenzó el conflicto y que tomará represalias si es necesario.
La guerra comercial, que se ha traducido en sucesivas subidas arancelarias por parte de ambos países durante casi dos años, tuvo su último episodio el pasado 1 de septiembre con la entrada en vigor del aumento del 10 al 15% desde Washington sobre algunas importaciones chinas por valor de 112.000 millones de dólares.
Queda por ver si el próximo 15 de diciembre se aplicará esa misma subida hasta el 15% al resto de importaciones estadounidenses procedentes de China gravadas al 10%, que alcanzarían 300.000 millones de dólares.
Las tensiones comerciales entre las dos mayores economías mundiales van más allá de las relaciones bilaterales y tienen profundas consecuencias mundiales.
En sus últimas previsiones de crecimiento mundial, publicadas en julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus proyecciones de expansión al 3,2% este año, una décima menos que en abril, lastradas por las dudas sobre la posible solución de esta disputa.
Representantes de China y Estados Unidos mantuvieron esta mañana una conversación sobre la resolución de las cuestiones clave del conflicto comercial para cada una de las partes implicadas, según ha informado este martes el Ministerio de Comercio chino.
En un breve comunicado publicado en su página web, la institución explica que “ambas partes trataron la resolución de las principales preocupaciones de cada uno” y “alcanzaron un consenso sobre la resolución de cuestiones relevantes”.
Al término de la llamada, los representantes de las dos principales potencias económicas mundiales “acordaron mantener la comunicación en las cuestiones restantes de la primera fase del acuerdo (comercial) y las consultas”, añade el comunicado del Ministerio.
En la llamada telefónica intercambiaron opiniones el vice primer ministro chino Liu He, encargado de las negociaciones por la parte china, y, por parte de Estados Unidos, el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
También estuvieron presentes en el equipo chino el ministro de Comercio, Zhong Shan; el presidente del Banco Popular de China (BPC, central), Yi Gang, y el subdirector de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR, principal órgano de planificación económica del país), Ning Jizhe.
La autoridad comercial china aseguró a comienzos de este mes que había llegado a un acuerdo con Washington para retirar por fases los gravámenes que ambas partes se han ido imponiendo durante la disputa, pero el presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó las expectativas días después.
La semana pasada, el presidente chino, Xi Jinping, aseguró durante un foro económico celebrado en Pekín que su país quiere “trabajar en un acuerdo” basado en “el respeto mutuo y la igualdad”, pero que no fue China quien comenzó el conflicto y que tomará represalias si es necesario.
La guerra comercial, que se ha traducido en sucesivas subidas arancelarias por parte de ambos países durante casi dos años, tuvo su último episodio el pasado 1 de septiembre con la entrada en vigor del aumento del 10 al 15% desde Washington sobre algunas importaciones chinas por valor de 112.000 millones de dólares.
Queda por ver si el próximo 15 de diciembre se aplicará esa misma subida hasta el 15% al resto de importaciones estadounidenses procedentes de China gravadas al 10%, que alcanzarían 300.000 millones de dólares.
Las tensiones comerciales entre las dos mayores economías mundiales van más allá de las relaciones bilaterales y tienen profundas consecuencias mundiales.
En sus últimas previsiones de crecimiento mundial, publicadas en julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus proyecciones de expansión al 3,2% este año, una décima menos que en abril, lastradas por las dudas sobre la posible solución de esta disputa.