Bruselas eleva una décima la previsión de PIB español, al 1,6%
La Comisión Europea corrige ligeramente sus previsiones económicas para España. Tras el tijeretazo que dio al crecimiento en noviembre, con un recorte de cuatro décimas para 2019 y 2020, el mayor entre los socios, la institución revisó al alza esta mañana la mejora del PIB esperado para este año y el que viene. Se trata solo de una décima, hasta el 1,6%, pero sirve para colocar las previsiones comunitarias a la par de las del Gobierno y otros organismos como el FMI. Para el próximo año, el Ejecutivo comunitario también añade una décima hasta dejar el crecimiento en el 1,5%.
La Comisión también ha mejorado ligeramente el crecimiento con el que cerró nuestro país el pasado año, hasta el 2%. La confirmación definitiva para el cierre del ejercicio pasado llegará en abril con la publicación de las cifras para los socios por parte de Eurostat. Según los expertos comunitarios, la desaceleración esperada en la segunda mitad de 2019 fue más suave de lo anticipado en nuestro país, gracias a una pequeña recuperación en el consumo privado.
Bruselas espera que, a partir de ahora, el crecimiento español se estabilice en torno al 0,4% cada trimestre durante los próximos dos años. La Comisión explica que este crecimiento se apoyará en el consumo privado, respaldado por el aumento de la renta disponible de los hogares, y por una recuperación de la inversión. Por el contrario, la positiva contribución exterior de los últimos años desaparecerá debido a las tensiones comerciales globales.
La disputa arancelariano es el único riesgo que afecta a nuestro país y la economía europea. Además de los geopolíticos, o la incertidumbre respecto a la futura relación con el Reino Unido, llegan otros nuevos como el coronavirus.
La Comisión considera que el virus es un “riesgo a la baja clave”. Sin embargo, como adelanta hoy elEconomista, no lo ha tenido en cuenta al actualizar sus cifras de crecimiento para los socios. El documento de previsiones señala que el impacto se sentirá sobre todo en el primer trimestre, “con relativamente limitados efectos colaterales globales”.
Eso sí, el texto añade que cuando más dure esta crisis sanitaria, mayor será la probabilidad de que sus efectos afecten al sentimiento económico y las condiciones de financiación global, dañando también a la cadena de valor y alterando la demanda en sectores como el turismo.
Estas previsiones de invierno solo revisan las cifras de crecimiento e inflación. El resto de indicadores macro, como el déficit o la deuda, se actualizarán en las previsiones de mayo.
Respecto al crecimiento para el conjunto europeo, estas previsiones de invierno mantienen las cifras de noviembre tanto para este año como para el que viene, para la eurozona (1,2% y 1,2%) y para la UE (1,4% y 1,4%). Eso si, como en el caso español, mejora con una décima el cierre de 2019, quedándose en el 1,2% en la zona euro y el 1,5% en el conjunto de la UE.
La Comisión advierte en su documento que las previsiones para 2021 están basadas en un escenario sin cambios en las relaciones comerciales entre la UE y el Reino Unido, por lo que tampoco han tenido en cuenta cuál podría ser el resultado de las negociaciones de la relación futura entre Bruselas y Londres.