BCE hace una llamada desesperada a los gobiernos
Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha hecho un llamamiento desesperado para que los gobiernos tomen medidas contra la expansión del coronavirus y para que actúen con políticas económicas que contrarresten su impacto en la economía. Los gobiernos deben aprovechar los bajos tipos de interés para suavizar la incertidumbre que lastra el consumo y la inversión, ha defendido.
Lagarde ha vuelto a ser clara en esta cuestión y ha destacado que “se requiere una respuesta de política fiscal ambiciosa y coordinada para apoyar a las empresas y trabajadores en riesgo por el coronavirus”.
La acción de los gobiernos debe combinarse con la ayuda que está prestando la política monetaria, que hoy ha dejado los tipos de interés intactos, pero ha lanzado nuevas inyecciones de liquidez (una especie de barra libre con condiciones muy generosas para la banca) para mantener una condiciones adecuadas en los mercados financieros. Además, se sumará una dotación temporal de compras adicionales de activos netos (QE por sus siglas en inglés) por 120.000 millones (frente a los 20.000 millones actuales) hasta el final del año.
“Apoyamos firmemente el compromiso de los gobiernos de la zona del euro y las instituciones europeas con la acción política conjunta y coordinada en respuesta a las repercusiones de la propagación del coronavirus”, ha declarado en rueda de prensa Lagarde.
Bajo estas circunstancias, el equipo del BCE pronostica un crecimiento del 0,8% en 2020, 1,3% en 2021 y del 1,4% en 2022. En particular, las proyecciones prevén un crecimiento muy moderado en la primera mitad de 2020, seguido de una mejora en la segunda mitad del año. En comparación con las proyecciones macroeconómicas del personal del Eurosistema de diciembre de 2019, las perspectivas de crecimiento del PIB real se han revisado a la baja notablemente para 2020 y ligeramente para 2021, debido al posible impacto económico del brote de coronavirus.
“Desde nuestra última reunión del Consejo de Gobierno a finales de enero, la propagación del coronavirus (COVID-19) ha sido el principal impacto para las perspectivas de crecimiento de las economías global y de la zona del euro y ha aumentado la volatilidad en el mercado”, según Lagarde.
La presidenta del BCE consideró que, “incluso, si es de naturaleza temporal, tendrá un impacto significativo en la actividad económica”, en concreto ralentizará la producción como resultado de la interrupción de las cadenas de suministro y reducirá la demanda nacional y externa.
España ha anunciado una inyección de 14.000 millones para pymes para retrasar el pago de tributos, además de anunciar transferencias a la CCAA de 2.800 millones y 1.000 millones para reforzar con Sanidad. Ayer Italia lanzó un paquete de medidas de 25.000 millones.