BBVA recorta un 20% el valor de su filial de México
BBVA ha recortado drásticamente el valor en libros de su filial mexicana, la joya de su corona que aporta un tercio de sus ingresos y más de la mitad del beneficio recurrente. El ajuste llevado a cabo es del 20%, debido a la incertidumbre sobre el negocio tras desatarse la pandemia del coronavirus. Con ello, deja la tasación del antiguo Bancomer en 8.900 millones a cierre de marzo de este año, frente a los 11.200 millones de diciembre de 2019.
El grupo español es consciente de la situación por la atraviesa el país y su sector financiero. Indica que los datos de los primeros meses de 2020 sugieren un estancamiento de la actividad y “un escenario más sombrío”, principalmente debido a que el Estado azteca “no tiene margen fiscal suficiente” para adoptar las medidas necesarias para compensar los efectos negativos de la pandemia.
Además, sostiene que la economía mexicana será una de las más afectadas de la crisis del continente americano, probablemente, por su vinculación estrecha a Estados Unidos, un factor que se suma a los efectos adversos relacionados con la inestabilidad interna preexistente y a la debilidad de la cotización del petróleo.
Fuentes de la entidad explican que una parte importante del ajuste obedece a la caída del peso frente al euro como consecuencia de esta inestabilidad. La moneda del país centroamericano se desplomó frente a la comunitaria un 19% en el trimestre.
El panorama, por tanto, no es muy prometedor para el negocio de su franquicia, que durante la crisis financiera de 200-2013 fue el salvavidas del banco. Los resultados del primer trimestre reflejan un deterioro de la filial, aunque de momento en menor medida que otras divisiones, como la estadounidense y la española.
En México, la entidad ganó 372 millones, un 41% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Esta caída obedeció en gran medida a las provisiones realizadas de 773 millones (un 98% más), de los que 320 millones corresponden a la partida extraordinaria para hacer frente a las consecuencias del COVID-19.
Los reguladores han advertido ya de los riesgos de México, además de otros países emergentes como Brasil, donde la banca española tiene importantes negocios. El Banco de España alertó la semana pasada sobre ambos mercados más allá de los impactos de la pandemia, precisamente por los tipos de cambio. En concreto, consideró como un punto de preocupación la evolución de las divisas, que podrían drenar la consolidación de resultados tanto a BBVA como al Santander.
En el caso de México, además, el supervisor nacional sostiene que es alarmante la situación por la que atraviesa uno de sus buques insignia, Pemex, debido a su elevada deuda y al desplome de los precios del petróleo en las últimas semanas.
Ya el Santander avisó hace semanas que debido a la inestabilidad no iba a poder cumplir sus objetivos de 2020 en el país azteca y que, estos, no se podrán conseguir hasta, al menos, mediados de 2021. Según las últimas estimaciones, el país entrará en una recesión, que podría alcanzar cerca del 9%, el mayor desplome desde la Gran Depresión (hace 88 años).
Pero la filial mexicana no es la única que ha devaluado BBVA. También Turquía y Perú. La primera, que en los últimos años ha sido el foco de sus grandes temores, en casi un 5% y la segunda, también en un 20%, hasta 3.900 y 1.200 millones, respectivamente. El grupo, y a pesar de haber ajustado significativamente el fondo de comercio, ha apreciado la franquicia de Estados Unidos en un 4,9%, hasta los 8.100 millones de euros.
BBVA sufrió unas pérdidas trimestrales históricas en el primer trimestre debido, en parte, al deterioro de su negocio en el mercado norteamericano como consecuencia del frenazo económico y la disminución de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal en más de 2.000 millones, un ajuste que se sucede después de que en diciembre llevara a cabo otra disminución de esta partida en 1.350 millones.
Fuentes del banco precisan que el valor en libros excluye el fondo de comercio y que el alza en el precio es fruto de la revalorización de las cartera de deuda soberana que tiene la filial y a la subida del dólar frente al euro en el trimestre. La moneda norteamericana se incrementó casi un 2% frente a la divisa comunitaria entre enero y marzo.
En cuanto a Argentina, otra de las grandes divisiones de BBVA, su tasación en libros se apreció en un 12,5% hasta los 900 millones. Colombia y Chile no variaron.