BBVA entrará en pérdidas trimestrales por el ajuste en EEUU
El golpe sufrido por el deterioro del fondo de comercio de EEUU debido a las menores expectativas en el negocio afeará los resultados que presente la semana que viene BBVA correspondientes al ejercicio 2019. La entidad, según el consenso de los analistas, registrará unos números rojos de unos 271 millones de euros entre septiembre y diciembre.
El banco informó hace unas semanas que iba a ajustar el fondo de comercio de la franquicia norteamericana en unos 1.500 millones de dólares (1.350 millones de euros, aproximadamente), un agujero que no podrá ser compensado con otras partidas, tanto ordinarias como extraordinarias, en su totalidad.
Pese a este impacto, que no tendrá consecuencias ni en la solvencia ni en el dividendo y no supondrá una salida de dinero de su caja, BBVA publicará una ligera mejora en las ganancias trimestrales recurrentes, las que excluyen factores sobrevenidos de carácter inusual. Éstas ese colocarán en los 1.055 millones, un 0,68% por encima del mismo periodo de 2018, según la propias estimaciones que hacían los expertos la semana pasada y de las que informa el propio grupo en su página corporativa.
No será la primera vez que BBVA se anota pérdidas trimestrales. Ya lo hizo en 2015, cuando depreció su participación en la filial turca Garanti y los números rojos alcanzaron los 1.057 millones entre junio y septiembre. En 2017, en cambio, pudo salvar esta situación a pesar del ajuste realizado por las acciones que controla de Telefónica y las provisiones para devolver las cláusulas suelos. Entonces, pudo ganar unos 70 millones en el cuarto trimestre del ejercicio.
Las previsiones apuntan a que el agujero del área denominado Centro Corporativo, ascenderá a los 1.611 millones al tener en cuenta la rebaja del fondo de comercio de EEUU. El banco ha tenido que llevar a cabo esta disminución, sobre todo, por las menores expectativas de ingresos por la bajada de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, unas caídas que contrastan con las subidas de las tasas que se esperaban para el pasado año, y por peores previsiones sobre la evolución de la economía y las consecuencias de la guerra comercial.
Con el efecto del ajuste del fondo de comercio, los resultados en el conjunto de 2019 se mermarán en torno a un 10%. Esta caída se debe a que en 2018 la entidad se apuntó unas plusvalías superiores de 600 millones por la venta de la filial bancaria en Chile.
El grupo que preside Carlos Torres cerrará el primer ejercicio bajo su presidencia con unas ganancias del entorno a los 4.700 millones, lo que en términos recurrentes serán ligeramente superiores a los del año anterior.
El deterioro no ha tenido un impacto en la cotización, ya que el banco anunció que no variará su política de remuneración a los accionistas, basada en una retribución completamente en efectivo.