Alemania arrastrará a otros países en su apoyo a Huawei
El mercado europeo de las telecomunicaciones tiene motivos para celebrar el contundente y razonado “visto bueno” de Alemania a las redes de Huawei. Esta confianza de una autoridad tecnológica como la alemana promete contagiar a otros países vecinos. Tras escrutar cada milímetro de las infraestructuras del fabricante chino, el Gobierno alemán ha concedido su visto bueno para que las compañías germanas puedan trabajar con el gigante asiático, líder mundial en fibra óptica y 5G.
El desafío de Alemania a Estados Unidos es evidente. Mientras Donald Trump impide a sus empresas negociar con Huawei por presuntos riesgos de seguridad, la canciller Angela Merkel no se ha dejado intimidar al poner el asunto en manos de los técnicos de la Agencia Federal de Telecomunicaciones. No bastaba con que no existieran evidencias que cuestionaran la fiabilidad de la tecnología de Huawei, sino que la polémica recomendaba investigar el asunto de forma exhaustiva. La situación imponía cerciorarse de que todo es perfectamente correcto, sin la existencia de las fantasmales puertas traseras. Y así ha sucedido. “No hay nada que temer”, debieron proclamar los especialistas a Merkel.
Las telecos alemanas tienen motivos para respirar de alivio, conscientes de que el desarrollo del 5G no sufrirá retrasos y sin que se corten las alas de la digitalización de la industria y el desarrollo económico digital en aquel país. Los primeros interesados en velar por la seguridad de sus redes son sus propios dueños, las ‘telecos’. Nadie en su sano juicio arriesgaría su futuro por ese motivo.
Por su parte, Huawei ha aprovechado la ocasión para recordar que “ha establecido estándares de seguridad más altos y consistentes para todos los proveedores”. A pesar de las trabas de Estados Unidos y su efecto colateral en medio mundo, Huawei logró incrementar su facturación el 24,4% durante los nueve primeros meses del año (hasta los 77.965 millones de euros). Especialmente meritorio fue el crecimiento del 26% en el negocio de teléfonos móviles, con 185 millones de dispositivos despachados.